La Ignorancia Tecnológica y su Incidencia en los Delitos Cibernéticos

ACLARACIÓN: el objetivo de mis post, no es herir susceptibilidades, sino el tratar de manera real y sin cortinas, la problemática actual.. dicho esto, continúen con la lectura de esta edición.
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En 1984 la película “Terminator“, cautivo a todo el mundo. El escenario marcado en un futuro dominado por máquinas inteligentes, una trama donde la tecnología ha superado la comprensión y el control humano. Esta premisa futurista, aunque no muy ficticia en la actualidad, plantea preguntas importantes sobre la relación entre la humanidad y la tecnología, así como los peligros que pueden surgir cuando la ignorancia tecnológica permite que las máquinas tomen el control.
El escenario que en su momento fue ficticio y que en la actualidad está adquiriendo protagonismo se refiere al avance de la automatización en diversas áreas. Comenzamos con máquinas automatizadas controladas por relés y PLCs, y ahora estamos viendo la aparición de robots autónomos y nuevos androides con capacidad para pensar y tomar decisiones. Si consideramos este avance en un contexto de trabajo pesado que requiere precisión, fuerza y continuidad, estas tecnologías automatizadas funcionan a la perfección. Una máquina no se cansa, y su desempeño es más eficiente que el de un ser humano.
¿Hasta aquí, al parecer no hay de que preocuparse… pero que pasa con la nueva generación?
A esta fecha “marzo de 2024” el Skynet aún sigue siendo un protagonista de la película, pero el “nativo digital” es el que popula en estos tiempos, se trata de personas que han crecido en un entorno donde la tecnología digital ha estado presente desde una edad temprana. A menudo, se aplica a las generaciones actuales, como la Generación Z y los más jóvenes entre los millennials, pero no exclusivamente a esta.
Personalmente, me refiero a esta generación como “La generación de los analfabetos digitales”. El motivo radica en que, del 100% de los nativos digitales, aproximadamente el 80% hace uso de la tecnología de manera irresponsable y con una ignorancia descomunal. Aunque todos están conectados digitalmente, muchos carecen de un raciocinio elemental. Aspectos cruciales como la falta de conciencia en seguridad cibernética, la débil protección de contraseñas, la incapacidad para detectar amenazas tecnológicas y, lo que es aún más preocupante, la divulgación de datos sensibles, se presentan como problemas recurrentes. Estas deficiencias representan una seria amenaza en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, donde la protección de la información personal y la seguridad en línea son esenciales para una convivencia segura y responsable en el ciberespacio.
Es común encontramos hoy en día a nativos digitales y millennials, con unas vidas virtuales impresionantes… Facebook, Instagram, Tinder, Tiktok, Snapchat, Onlifans, MySpace, ASK, WhatsApp, YouTube, son los mundos perfectos en los que se desarrollan y viven, cuantos más contactos y seguidores tengan, mas seran “las reinas y reyes virtuales”, sin darse cuenta que por cada publicación y contacto, se convierten en potenciales blancos para el crimen digital.
Unos casos que ejemplifican el impacto devastador de la ignorancia cibernética en la vida de los jóvenes y que han generado una mayor conciencia sobre la importancia de prevenir el uso prematuro en línea y proteger la seguridad de los usuarios más jóvenes utilizando estas tecnologías y servicios, son los siguientes:
Ryan Halligan, un adolescente estadounidense de 13 años, se quitó la vida en 2003 después de ser víctima de burlas y difamación en Internet y mensajes de texto por parte de sus compañeros de clase. Su historia ha sido un llamado de atención sobre los peligros del acoso cibernético y la importancia de prevenir el bullying en línea. Megan Meier, una adolescente de 13 años, también se suicidó en 2006 después de ser acosada en MySpace por un vecino adulto que creó un perfil falso, su trágica muerte destacó la necesidad de mejorar la seguridad en línea para los jóvenes y generar conciencia sobre el acoso cibernético. Hannah Smith, de 14 años, se quitó la vida en 2013 tras ser acosada en Ask.fm. Su caso renovó la preocupación sobre la responsabilidad de las plataformas en línea para abordar el acoso cibernético y proteger la seguridad de sus usuarios más jóvenes.
Estos incidentes trágicos son un recordatorio de la importancia de crear entornos seguros y respetuosos en línea para todos los usuarios, especialmente para los jóvenes vulnerables como Amanda Todd, cuya historia también resalta los peligros del acoso cibernético.
Los impactantes casos de jóvenes como Amanda Todd, Ryan Halligan, Megan Meier y Hannah Smith nos recuerdan la importancia de trabajar juntos para crear entornos en línea seguros y positivos. Es esencial que la sociedad, las empresas de tecnología, las instituciones educativas y los gobiernos colaboren para enfrentar estos desafíos de manera efectiva y proteger a las generaciones futuras de los peligros del mundo digital.
En última instancia, este post destaca la necesidad de un enfoque holístico y proactivo para abordar la delincuencia cibernética, con el objetivo de construir un ciberespacio inclusivo, seguro y respetuoso para todos.